Como en cualquier otra profesión, los diseñadores tenemos que vender el diseño. Hace años, cuando empece, mi estrategia era explicarlo para poder transmitir lo que el diseño es y para que sirve, y he de decir que rara vez funcionaba, pues una cosa es que la gente entienda y la otra que le vea el valor. Años después encontré otra estrategia que obtuve de un libro de diseño estratégico en el que había un capitulo escrito por Claudia Kotchka, quien según se explicaba, era la encargada de transmitir la cultura de innovación en Procter & Gamble y su consejo era; "Don't try to explain design, it doesn't make sense, you must show design" y así, según se cuenta en el libro, ella iba de director en director, de conferencia en conferencia mostrando objetos que con diseño habían hecho una diferencia para consumidores y por ende para las organizaciones. Independientemente de la evidente relación que con esto ella hacia entre diseño e innovación, aparentemente la estrategia funcionaba y yo la aplique varios años durante mi vida de académico donde con dichos ejemplos detonaba en alumnos visiones de bienestar y satisfacción a través del diseño. Con la proliferación de información en las redes sociales, hoy la posibilidad de "mostrar" las bondades del diseño y la innovación es apabullante y basta este símbolo # pegado a la palabra "design" o "innovation" para poder dar una cátedra completa a cualquier empresario que aún no se haya topado con el ejemplo de Steve Jobs y sus impresionantes productos. Pero la cuestión que me hace escribir este "post" es una reflexión que me llego esta semana cuando recibí algunas de las acostumbradas ligas de los vídeos de TED en medio de un peculiar sentimiento derivado de una de esas circunstancias imprevistas que de repente te aparecen derrumbando todas tus expectativas y empujandote a un vacío de incertidumbre y frustración.
Creo que cuando los diseñadores vemos un video o leemos un articulo de esos de Fast Company, TED, Frog, etc. lo que estamos viendo es una película que inicia de entrada con un final feliz, que es precisamente estar apareciendo como un ejemplo peculiar de éxito. Entonces vemos como fue el inicio y el proceso o camino que se recorrió para lograr lo expuesto, así como los "must's, do's y don't's" y pues se ve muy fácil porque ya esta logrado y pareciera una formula mágica que por una u otra razón nosotros no podemos aplicar debido a lo peculiar de nuestras circunstancias. Y así, vemos y vemos el extraordinario material pensando porque aquí nuestras empresas y empresarios no reaccionan a todo eso que se publica. Lo que pienso, independientemente de que hay que tener prudencia en creer todo lo que se dice y se publica, es que al ver la historia completa se pierde toda la emocionalidad del momento en que inicio y todos los sentimientos de frustración e incertidumbre que vivieron los protagonistas, así como todos los errores y perdidas que tuvieron durante el camino. O sea que lo que se publica, es tan solo un pequeño porcentaje de millones de historias de frustración y fracaso y que si estas llegaron a este punto de éxito, fue porque tuvieron la tenacidad, la visión, la inteligencia y el liderazgo para concretarlas y no porque los hayan dejado o les hayan dado todo el dinero y el apoyo que necesitaban.
Hoy vivimos un proceso de cambio en el mundo, en el país y en la industria. Este proceso es derivado de un mundo incierto donde nuestros paradigmas para actuar, sentir, decidir y pensar dejan de tener la validez que tenían. Este cambio nos abre posibilidades y oportunidades únicas como diseñadores ante problemas complejos que implican crear hipótesis alrededor de la observación y la suposición de escenarios que no sabemos si serán ciertos. Ante esto, debemos plantear nuevas estrategias que mas que replicar, propongan y para esto no hay un camino trazado, el escenario es nebuloso y seguro debe tener muchas trampas y obstáculos. Si queremos creer que seremos los ejemplos de éxito del futuro, solo nos queda ser muy inteligentes para leer las señales y trazar el camino que no existe. No queramos que todo se nos presente claro y hecho como si ya fuéramos un video de TED o peor, no esperemos ver la solución ya publicada para solo aplicar la formula, pues estaremos cayendo en aquello que mas criticamos. Es el esfuerzo y la persistencia del hoy ante la incertidumbre y el error donde se descifra el camino al éxito del mañana y como dijo Sartre, no se puede dejar de elegir a cada momento lo que se cree correcto pretendiendo estar libre de todo fracaso.
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